Soy responsable de Churruca (perra, mascota de apoyo emocional) desde que tiene 1 mes de edad, tuve que darle leche en biberón. Desde entonces soy responsable de su entrenamiento básico: que pueda tener una vida digna y tranquila, lo más libre posible y (ojalá) sin causar daños.
El entrenamiento de una mascota siempre lo encontré como una aplicación de condicionamiento clásico. Aún antes de saber de la existencia de Pavlov, y sin haber estudiado alguna vez la teoría que desarrolló. Es decir, sabía que existía el condicionamiento como instrumento de adiestramiento, pero no sabía que era un ejemplo de condicionamiento específicamente "clásico". Tampoco me había adentrado en sus aplicaciones a humanos, mucho menos en sus aplicaciones a la enseñanza.
​​​​​​​Al entender sobre el conductismo pude relacionar sus conclusiones con aquello que me funcionó para el entrenamiento de Churruca. Identifiqué muchos de sus conceptos en su adiestramiento, y que, sin modestia opino, ha sido un gran logro para nunca haber tenido mascotas antes.

Junio del 2016. Daños de Churruca.

El condicionamiento clásico es evidente, por ejemplo, al usar el sonido del collar y la correa o de las llaves (estímulo neutro) como estrategia para que las mascotas atiendan a un llamado; lo cual hizo mi papá cuando vivió unos meses con Churruca. En relativamente poco tiempo él consiguió condicionar a Churruca para energizarse y exaltarse cada vez que escuchaba la correa y collar. Lo cual fue un problema enorme: si recibía un estímulo similar (ejemplo de generalización del condicionamiento) su energía era muy difícil de controlar.
Ante esta situación indeseada tuve que evitar por bastante más tiempo esos sonidos, especialmente en la calle. Aplicando, sin saberlo en ese entonces, una estrategia de extinción del condicionamiento. Después de tiempo lo logré aunque no completamente (supongo que la "adultez" de Churruca habrá tenido que ver): hoy en día ya no tiene una conducta explosiva ante las llaves o la correa, casi todas las veces que recibe el estímulo acude al sonido o, por lo menos, lo busca con la mirada.​​​​​​​

Febrero del 2017. Mirando las llaves y la correa.

Después de estudiar el condicionamiento entendí mucho mejor por qué y cómo fue que se dio este y muchos otros procesos del entrenamiento de Churruca. Este entendimiento me facilitó hacer analogías con otros espacios orientados a la educación de personas (y gatos) y, por supuesto, mucho más complejos.
Gracias esta comparación comprendí que el "adiestramiento" es posible gracias a la aplicación de condicionamiento, pero que los procesos de "instrucción" no son posibles con tan solo esta aplicación de condicionamiento. El condicionamiento aplicado a la instrucción requiere conectar asertivamente con las otras personas para identificar correctamente los estímulos condicionantes a aplicar. Pero, más allá de esa aplicación conceptual, pude reflexionar sobre lo que considero un paradigma ético en la educación conductista:
Educar con una perspectiva de adiestramiento genera más daños que procesos de aprendizaje. Desde la perspectiva de la instrucción, se evita el uso de estímulos que puedan desencadenar en traumas.
Ojalá fuera posible dialogar asertivamente con Churruca, estoy seguro de que habría hecho un mejor entrenador al entender mejor sus necesidades para elegir correctamente los estímulos del condicionamiento.
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