
Durante el semestre 2021-20 disfruté la oportunidad de hacer parte del equipo docente de un curso de pregrado en arquitectura y diseño.
Este curso fue innovador de varias maneras dentro de la facultad de Arquitectura y Diseño de Uniandes. En primera, fue resultado de algunas propuestas de estudiantes que participaron en el paro nacional del 2021. En segunda, es el primer curso que intentó aplicar una dinámica de cocreación en su diseño curricular. En tercera, estaba proponiendo una integración curricular entre pensum de Arquitectura y pensum de Diseño, permitiendo que lo inscribieran estudiantes de ambos programas.
Durante el diseño del curso todo pintaba excelente, el equipo docente estábamos comprometidos y les profes de la facultad estaban atendiendo a nuestras propuestas. Pero, al momento de aplicar la propuesta curricular nos encontramos con retos de coordinación entre el equipo docente.
Después (y gracias a) la profundidad conceptual que he conseguido en teorías del aprendizaje me di cuenta de la razón de los conflictos entre el equipo docente. Nos costaba mucho trabajo identificar a qué procesos pedagógicos dar más atención debido a nuestras diferencias sobre qué epistemologías de enseñanza eran más importantes para el curso.
Por mi lado queríamos que cada grupo y cada estudiante fuera líder de su propio proceso de aprendizaje. Intentamos proveer un acompañamiento (se podría decir que entre pares) para que les estudiantes reconocieran las necesidades de sus propias iniciativas en el marco del curso. Y, por sobre todo, evitamos que fuera una dinámica instructiva que se centrara en contenidos por sobre habilidades.
Identifiqué, tarde por supuesto, que la propuesta de curso estaba fundamentada en teorías constructivistas, más precisamente enmarcado en una perspectiva dialéctica-cognoscitiva del constructivismo. Pero desde allí conseguí una reflexión más importante:
En la práctica diseñé el currículo del cursos desde lo que identifiqué pertinente y necesario. Y en ese proceso de diseño resulté aplicando conceptos de la teoría constructivista que en ese momento no identificaba con precisión.

Clemencia, profesora de arquitectura; Daniel (virtual), profesor de diseño; Vale, estudiante de arquitectura y antropología; yo tomando la foto.
El diseño del curso se aplicaron conceptos como la cognición situada, a través de casos de estudio reales a los cuales los equipos de trabajo estaban en la obligación de acceder.
A lo largo del curso se buscaba en repetidas ocasiones desequilibrar las estructuras cognoscitivas de les estudiantes.
Las interacciones entre estudiantes y sus casos de estudio, así como entre estudiantes y entre estudiantes y equipo docente, estaban diseñadas para generar interacción social.
Las pedagogías pensadas como prioritarias a lo largo del curso eran: aprendizaje asistido por pares, aprendizaje cooperativo, discusiones y debates y enseñanza reflexiva.
Las dinámicas de trabajo de los grupos estaban propuestas bajo el marco de la enseñanza por indagación.